Vincitore delle ultime elezioni con una percentuale di voti molto al di sotto del 50 per cento – e gravato dal perlopiĆ¹ cupo ricordo dei 70 interminabili anni anni lungo i quali il Pri, il suo partito, aveva dominato il Paese – Enrique PeƱa Nieto ha vissuto i suoi primi 100 giorni di presidenza allāinsegna dāun dinamismo politico che ha sorpreso, non solo molti dei suoi detrattori, ma anche una buona parte dei suoi sostenitori. In poco piĆ¹ di tre mesi, il nuovo presidente ĆØ riuscito a far sottoscrivere al PAN e a PRD un āpacto por Mexicoā, caratterizzato da una forte impronta riformista. Ha avallato lāarresto della storica leader e temutissima leader del sindacato degli insegnanti, Elba Esther Gordillo ed ha avviato una riforma delle telecomunicazioni che ridimensiona Televisa e lāimpero di Carlos Slim, due dei pilastri del sistema messicano. Ecco quel che scrive a proposito Luis Prado, per El PaĆs di Madrid.
El nuevo PRI reconquista MĆ©xico
El presidente PeƱa Nieto se hace con las riendas del paĆs a los tres meses de llegar al poder
Luis Prados MĆ©xico 18 MAR 2013 – 03:03 CET36
En las Ćŗltimas semanas es frecuente escuchar a mexicanos de izquierdas iniciar una conversaciĆ³n con frases como ānunca pensĆ© que dirĆaā¦ā o “ĀæquiĆ©n me iba a decir a mĆ queā¦?ā para subrayar su sorpresa por las iniciativas tomadas por el presidente Enrique PeƱa Nieto en sus primeros cien dĆas de Gobierno. Esas palabras tienen tambiĆ©n bastante de acto de contriciĆ³n por haberle subvalorado durante la campaƱa electoral como un lĆder sin sustancia creado por Televisa, la mayor cadena del paĆs, o un polĆtico de diseƱo fabricado por la familia revolucionaria del Estado de MĆ©xico, un feudo histĆ³rico del PRI donde hizo toda su carrera polĆtica hasta llegar a gobernador.
El hecho es que en tan solo tres meses el nuevo Gobierno del viejo partido ha cambiado la atmĆ³sfera polĆtica del paĆs, acabado con el desĆ”nimo de la sociedad durante los Ćŗltimos aƱos del presidente Felipe CalderĆ³n y generado la expectativa dentro y fuera de sus fronteras de que esta vez sĆ, MĆ©xico puede aprovechar la oportunidad para modernizarse y dar un salto adelante econĆ³mico.
El sexenio comenzĆ³, al dĆa siguiente de la toma de posesiĆ³n de PeƱa Nieto, con la presentaciĆ³n del Pacto por MĆ©xico, una agenda de reformas consensuada con las principales fuerzas polĆticas de la oposiciĆ³n, el Partido AcciĆ³n Nacional (PAN, centro derecha) y el Partido de la RevoluciĆ³n DemocrĆ”tica (PRD, izquierda). Vino despuĆ©s la promulgaciĆ³n de la reforma educativa, que recupera para el Estado la direcciĆ³n de la enseƱanza hasta ahora en manos del poderoso sindicato de maestros, y la espectacular detenciĆ³n por corrupciĆ³n de la lĆder del gremio, Elba Esther Gordillo, antigua aliada del PRI. Y continuĆ³ con una reforma constitucional en materia de telecomunicaciones que pretende acabar con los monopolios en telefonĆa, internet y televisiĆ³n de los tres empresarios mĆ”s influyentes del paĆs: Carlos Slim, Emilio AzcĆ”rraga y Ricardo Salinas Pliego.
āNo hay intereses intocablesā ha dicho PeƱa Nieto, que insiste en cada discurso en recuperar la ārectorĆa del Estadoā y eliminar los obstĆ”culos al desarrollo que representan los poderes fĆ”cticos, sean sindicales, heredados del viejo Estado corporativo mexicano, o empresarios jugadores de ventaja. El anuncio de que habrĆ” nuevas reglas del juego en el sector de las telecomunicaciones tuvo efectos inmediatos: las acciones de AmĆ©rica MĆ³vil, la compaƱĆa de Slim, cayeron mĆ”s de un 7% y la agencia de calificaciĆ³n Standard & Poorās modificĆ³ su perspectiva de la deuda soberana de MĆ©xico de āestableā a āpositivaā.
La hora de la verdad llegarĆ” con las reformas energĆ©tica y fiscal, Ćntimamente ligadas y previstas para la segunda mitad del aƱo. La apertura del monopolio de petrĆ³leos Pemex a la iniciativa privada y la aplicaciĆ³n del IVA por primera vez a medicinas y alimentos, donde el PRI se encontrarĆ” previsiblemente con la oposiciĆ³n de la izquierda, medirĆ”n la voluntad de transformaciĆ³n del nuevo Gobierno y la solidez del Pacto por MĆ©xico. No serĆ” fĆ”cil conciliar las expectativas internacionales de inversiĆ³n en MĆ©xico, las resistencias de los poderes fĆ”cticos internos y la impopularidad de unas medidas que ataƱen a la identidad nacional del paĆs.
Ya en dĆ©cadas pasadas hubo sexenios que generaron unas esperanzas de cambio que al final se frustraron. PodrĆa volver a ocurrir, pero el Pacto por MĆ©xico marca una diferencia. Es verdad, como han seƱalado los economistas, que su agenda no es tĆ©cnicamente tan concreta como la de los Pactos de la Moncloa de la TransiciĆ³n espaƱola, pero polĆticamente tiene gran importancia. Compromete a los tres grandes partidos en un calendario de reformas para los prĆ³ximos seis aƱos, cuyo incumplimiento tendrĆ” la sanciĆ³n del pĆŗblico, y eleva extraordinariamente el coste polĆtico para el partido que lo rompa. De momento, ha limitado el poder de los lobbies y el cabildeo del Congreso, disipado el temor del que se hablaba en la campaƱa sobre que una victoria del PRI supondrĆa una ārestauraciĆ³n autoritariaā y desplazado del escenario a la facciĆ³n calderonista del PAN y a los radicales del PRD.
El oficio polĆtico demostrado por el nuevo equipo del PRI aĆŗn suscita dudas y recelos. Los resabios del viejo partido que dominĆ³ la vida polĆtica y social de MĆ©xico durante 70 aƱos, el de la Ć©lite autoritaria y corrupta experta en la ānegociaciĆ³n del incumplimiento selectivo de la leyā, ni se han olvidado ni han desaparecido ānunca ha habido alternancia en numerosos Estados-. Y el proyecto de poder que encarna PeƱa Nieto tiene todavĆa que demostrar que estarĆ” orientado no solo hacia el crecimiento econĆ³mico, sino tambiĆ©n al desarrollo institucional del paĆs y de la sociedad civil y no a su control.
Una presidencia fuerte no es lo mismo que un Estado fuerte. Acabar con la impunidad, la corrupciĆ³n āempezando por sus propias filas- y la violencia son desafĆos mayores, que buena parte de la opiniĆ³n pĆŗblica considera la base imprescindible para no construir sobre arena. Un nuevo PRI ha regresado al poder despuĆ©s de 12 aƱos en un nuevo MĆ©xico y en tan solo un trimestre ha reconquistado la iniciativa. Tiene la historia, la estrategia y la oportunidad para evitar otra decepciĆ³n a los mexicanos.